sábado, 16 de abril de 2011

TRASTORNO BIPOLAR

TRASTORNO  BIPOLAR


El TRASTORNO BIPOLAR es una enfermedad caracterizada por presentar episodios de excitación, conocidos como EPISODIOS  MANIACOS  y episodios de decaimiento conocidos como EPISODIOS  DEPRESIVOS, de allí su nombre de BI-POLAR: “dos polos”.
Esta enfermedad debe ser tratada exclusivamente por un médico psiquiatra, quien esta  adiestrado y autorizado legalmente para hacerlo. Pueden colaborar en el tratamiento un psicólogo clínico y un terapista ocupacional.
 
   El EPISODIO  MANÍACO se suele instaurar de forma rápida. El paciente en pocos días o semanas empieza a sentirse con más ánimo que de costumbre, con mayor energía, más feliz y deshinibido  que lo habitual. Siente que puede pensar más rápido y con mayor eficiencia para resolver problemas. Su memoria se vuelve más eficiente. Se le ocurren proyectos que antes no tenia o que no se sentía capaz de realizarlos.  Nota que ya no tiene tanta necesidad de descansar como antes y por lo tanto duerme menos, se levanta muy temprano con mucha energía y entusiasmo.
Progresivamente se va poniendo cada vez mas inquieto, ágil, dinámico, alegre, hablador, con tono fuerte de voz,  cambiando de actividad muy seguido y cuando se le contradice se torna irritable. Esta situación puede llegar a límites inconvenientes, por que la persona se cree con poderes superiores a los reales y comete imprudencias o gasta mucho dinero o bebe licor sin control.
En algunas ocasiones oye voces que no existen (alucinaciones) y tiene ideas irreales (delirios) como por ejemplo dice que es amigo de un alto funcionario público (el presidente, gobernador, etc.) o que es un enviado de Dios.
En los casos extremos los pacientes se desorganizan totalmente, caminan sin parar o corren, se agitan, se violentan, su discurso no se entiende por el desorden mental que tienen. A este cuadro de excitación se le llama furor maniaco o frenesí y es muy peligroso por que la persona puede hacerle daño a otro o a si mismo. Si es un adulto mayor o sufre de alguna enfermedad cardiaca  puede sufrir un infarto.  
El EPISODIO DEPRESIVO es el cuadro contrario al maníaco, se instaura lentamente. En varias semanas o un mes el paciente se va sintiendo decaído, desanimado, con menos energía que de costumbre. Generalmente con  sentimientos de tristeza, soledad, culpa o miedo. Nota que su pensamiento se ha hecho lento, con menos habilidades para resolver problemas. Tiene menos interés en realizar sus proyectos o tareas y los entretenimientos ya no le interesan tanto como antes, no disfruta de las actividades que antes le causaban placer, este síntoma se le llama anhedonia. Se suele sentir cansado, pero no puede dormir bien o si duerme siente que no ha descansado lo suficiente. Muchas veces pierde el apetito y baja de peso. Tiende a pensar en desgracias, en enfermedades o en la muerte.
Este cuadro puede estancarse o progresar y sentirse cada vez más triste, sin fuerzas y aislarse o no querer hablar con nadie, incluso descuidar su aseo o arreglo personal. En oportunidades se molesta o preocupa por cualquier cosa. Todo le resulta difícil. Muchos pacientes se quejan de estar muy enfermos y sentir síntomas variados como dolores de estomago, en el pecho, falta de aire, dolores musculares, de cabeza y pesadez de espalda, es lo que se conoce como hipocondriasis. En casos extremos la persona no puede levantarse de su cama, no come, no habla y puede deshidratarse.
También pueden aparecer  alucinaciones (la persona oye o ve cosas que no existen) y delirios (el paciente cree que lo persiguen, que esta en la ruina, que le falta un órgano).
CURSO
El TRASTORNO BIPOLAR se puede iniciar con un episodio depresivo o con un episodio maniaco. Estos episodios duran algunas semanas o meses y generalmente vuelve al estado normal. Es posible que no repitan más o que se presenten  cada cierto tiempo un nuevo episodio. Actualmente no hay manera de  saber cada cuanto tiempo o con que frecuencia se van a presentar. Hay personas que  presentan ciclos frecuentes y otras que presentan ciclos distanciados.
Es muy  importante que la persona aprenda a detectar tempranamente los síntomas de las crisis, para ponerles el tratamiento lo más pronto posible.
TRATAMIENTO
El tratamiento tiene dos fases: tratamiento de las crisis y tratamiento de mantenimiento.
TRATAMIENTO DE LAS CRISIS: la primera fase va dirigida a eliminar la crisis. Si el episodio es maniaco se trata con medicamentos llamados antipsicóticos o tranquilizantes mayores. Si el episodio es depresivo se trata con antidepresivos. Tanto los antipsicóticos como los antidepresivos tienen efectos desagradables que hay que saber manejar muy bien. Los antipsicoticos o tranquilizantes mayores producen sedación, hipotensión ortostatica, aumento del apetito  y en ocasiones movimientos involuntarios. Cuando  se inicia el tratamiento se usan dosis altas que luego se van ajustando progresivamente de acuerdo a la respuesta del paciente, cuando el paciente ya esta controlado se pasa a la siguiente fase.
TRATAMIENTO DE MANTENIMIENTO: una vez que el paciente esta calmado, lo cual lleva de uno a dos meses,  se procede a instaurar un estabilizador del humor, que es un fármaco que sirve para prevenir futuras recaídas. Los estabilizadores del humor más utilizados son: el ácido valproico ( Valprón), carbonato de litio y lamotrigina, entre otros, que se deben usar por largo tiempo.

Es imprescindible educar al paciente y su familia para que conozcan muy bien este trastorno. La mayoría de las recaídas se producen por que las personas ignoran de qué se trata esta enfermedad o por que no confían en su médico.

LAS PERSONAS DEBEN ENTENDER QUE TIENEN QUE HACER UNOS AJUSTES  EN SU ESTILO DE VIDA:

ü  Deben llevar una vida ordenada, creándose rutinas diarias, que incluyan horarios fijos para sus actividades, como el trabajo, la comida, el ocio y el aseo.
ü  Deben acostarse y levantarse siempre a la misma hora y dormir al menos 7 horas.
ü  Comprender que deben recibir  un tratamiento farmacológico por tiempo prolongado, por lo que dentro de sus hábitos y rutinas diarias deben incluir la toma de los medicamentos prescritos. A horario y dosis indicadas. Si la persona no admite esto, es muy probable que tenga recaídas frecuentes.
ü  ¡NUNCA TRASNOCHARSE!
ü  ¡NUNCA BEBER ALCOHOL!
ü  Evitar al máximo las situaciones de estrés y las sobrecargas de preocupación y trabajo excesivo.
ü  Evite el fanatismo o el apasionamiento desmedido en una creencia (política, religiosa, doctrina filosófica,  etc.). Sea tolerante y flexible con las creencias de los demás. No se tome las cosas tan “a pecho” y ríase de usted mismo.
ü  La vanidad, la soberbia y  el autoritarismo, son enemigos de una relación humana armónica. Una relación adecuada con la familia es necesaria para mantener la salud mental. 
ü  Admita que usted tiene un trastorno, lo cual no significa que es un trastornado. No se lo niegue a usted mismo, por que lo pagará muy caro.
ü  Es conveniente practicar un ejerció físico diario o 3 a 4 veces a la semana, de media a una hora de duración.
ü  Es muy útil aprender técnicas de relajación muscular.
ü  Realizar actividades artísticas (aprender a pintar, tocar un instrumento, cantar) es sumamente relajante, enriquecedor y nos ayuda a alejarnos de vicios.
ü  Es necesario descansar los fines de semana y tomar unas vacaciones en sitios relajados una o dos veces al año.
ü  Es necesario reconocer los síntomas cuando están comenzando.

Discuta sinceramente con su médico psiquiatra o con su psicólogo clínico  estos puntos. Analícelos con franqueza. Que no le quede nada por dentro.  

    Dr. Ricardo Castro
Tel celular 0414 469 1975 y 0412 343 1975
            castroricardi@cantv.net

No hay comentarios:

Publicar un comentario