LA FAMILIA PUEDE AYUDAR EN LA RECUPERACIÓN DEL ENFERMO MENTAL

Buscando tratamiento mediante la ayuda profesional para su pariente enfermo.
Aprendiendo acerca de la enfermedad mental y cómo tratarla.
Aceptando el hecho de que su familiar tiene una enfermedad mental.
Mostrando reacciones de aceptación en vez de rechazo.
Acepte el problema, no ignore los síntomas; el diagnóstico y tratamiento precoz son muy importantes.
Sea abierto y atento. Su simpatía y apoyo pueden ayudar a su familiar enfermo y al resto de la familia.
Dele amor incondicionalmente.
Quiéralo, no por lo que él hace, ni por lo que él era, sino por lo que él es en este momento.
Elogie su valor al tratar y enfrentarse a su enfermedad y reconozca lo difícil que debe ser vivir su situación.
Ayúdele a enfrentarse y asumir con calma los síntomas o mejorías de su enfermedad.
Recuérdele los logros que ha obtenido a lo largo de su vida y estimule esfuerzos y logros futuros.
Ayúdele a asumir el control de su vida cotidiana a partir de sus propios esfuerzos.
Cambie sus altas expectativas con respecto a su ser querido. No espere que sea lo que era o tenía planificado ser antes de su enfermedad. Acéptelos como son ahora.
Manténgase atento a su aseo personal, que se bañe, cambie de ropa, mientras reentrena nuevamente en la adquisición de estos hábitos y entonces no exista la necesidad de chequearlo en ese sentido.
Sea simpático, comprensivo, amoroso y respetuoso.
Estimule la independencia, permitiéndole a su familiar ayudar en la casa tanto como sea posible.
Afianzar o reforzar su capacidad de logro, autoestima y reentrenamiento de sus actividades cotidianas previas a la crisis.
Respete la intimidad y permítale a su familiar estar solo cuando así lo desee.
Sea firme, no deje que la simpatía le haga satisfacerle necesidades irracionales.
No sea demasiado crítico.
Involucre a su familiar en las actividades familiares recreativas tanto como sea posible.
Evite poner a su familiar en situaciones sobreestresantes.
Permítale tomar sus propias decisiones y respéteselas. Si le parecen “disparates” no los descalifiquen de plano.
Respete sus creencias, sistema de valores (como religión, partido político, amistades y filosofía de vida).