sábado, 17 de septiembre de 2011

TERAPIA SEXUAL



La terapia sexual está enmarcada dentro de las psicoterapias breves, focalizada y de objetivos limitados, que tiene sus bases u orígenes en la terapia de la conducta planteada por Joseph Wolpe (1973), a la que progresivamente se le han ido agregando técnicas de otras tendencias, principalmente la terapia cognitiva.

Es breve por que dura pocas sesiones (8 a 16, una por semana), focalizada porque se centra en un problema específico  y de objetivos limitados por que se plantea la remisión del síntoma que trata (Sapetti, A. 1994), a diferencia de las psicoterapias analíticas que son terapias prolongadas, inespecíficas (no se centran en un solo problema) y sus objetivos son muy extensos, tanto como reorganizar la personalidad del paciente.
La terapia sexual se hace preferiblemente en pareja, delimitando los problemas que se van a tratar, luego  se da una información y análisis del problema,  se educa a los pacientes en conocimientos necesarios de sexología, se instruye en los principios básicos de una sana función sexual, se entrenan en técnicas de relajación muscular y control de la ansiedad y se asignan tareas o ejercicios para practicar con la pareja de acuerdo al tipo de patología que presenten. Regularmente, si es necesario, los médicos sexólogos se apoyan además en fármacos que tengan efectos terapéuticos demostrados científicamente, incluyendo placebos. En algunos centros se apoyan en terapistas sexuales, que son personas entrenadas para practicar las tareas o técnicas sexológicas  con el paciente.
La terapia sexual se inicia delimitando el problema, cual es la patología y cuales sus posibles orígenes: orgánicos, psicológicos, de la pareja o mixtos (mixto es lo más probable).  Debiéndose  Corregir cada uno de ellos. (Montiel,F. 2009)
El primer aspecto que revisamos es la ignorancia en materia sexual. Muchas parejas no conocen su anatomía ni su fisiología sexual y hay que comenzar por educarlos. Como consecuencia de esta ignorancia se desarrolla  una actitud negativa hacia el sexo, sobre el que se tejen mitos y creencias que destrozan la vida sexual. Se piensa que el sexo en sucio, pecaminoso, peligroso, etc., lo cual hay que corregir.
Otro aspecto a investigar son las “cicatrices sexuales”, reales o imaginadas. Existen muchas personas que han sido abusadas sexualmente en su infancia o a cualquier  edad o que tiene fantasías al respecto, lo cual ocasiona miedos, resentimientos, culpa que pueden condicionar disfunciones. En estos casos se impone superar estas cicatrices.
Los sentimientos de culpa pueden causar inhibición sexual. Hombres y mujeres se pueden sentir culpables de no estar a la altura de su pareja, en lo social, económico, en lo físico y en lo sexual. En otras ocasiones sienten que han cometido algo indebido e imperdonable.  Tienen sentimientos de minusvalía y baja autoestima, que  les impide desenvolverse sexualmente.
La aprehensión y anticipación de mal desempeño sexual es bastante frecuente. La persona piensa que debe tener un extraordinario desempeño en la cama para que su pareja lo aprecie y cada vez que va a tener actividad sexual es como que si fuese a presentar un examen final de fisiología o anatomía, se angustia, se pone tenso, no disfruta y lo más probable es que tenga un mal desempeño, cerrando un circulo vicioso.
Auto- imagen corporal negativa. Hoy en día muy frecuente debido al bombardeo de los medios de comunicación sobre la belleza corporal, que imponen que las mujeres deben verse delgadas,  con senos turgentes, etc. Y los hombres musculosos con penes equinos, etc.
Relación de pareja conflictiva. Muchas parejas arruinan una buena relación sexual por que se llevan sus diferencias y conflictos a la cama.
Rencor y desquite. Hay personas que usan el sexo para castigar a su pareja por algún resentimiento que tengan hacia ella y de esta manera abaten  la vida sexual de ambos.
Falta de  tiempo. Muchas parejas no dedican el tiempo suficiente, adecuado y oportuno para tener  su ejercicio  sexual, dejando a esta actividad de última en su agenda. A veces por sus múltiples obligaciones, otras por la rutina y el aburrimiento.
Ambiente físico inadecuado. En una oportunidad me consultó una pareja porque él eyaculaba muy rápido y ella no lograba el orgasmo. Cuando les pregunté por el ambiente físico donde tenían sus encuentros sexuales, me contaron que en un chinchorro ¡debajo del camión! (el paciente era camionero). Como esta pareja hay muchas otras que realizan su actividad sexual en lugares inadecuados, por lo incómodo, mal oliente, ruidoso, caliente (o frio), peligroso y/o poco íntimo.
Depresión, ansiedad, duelo y estrés son factores que no podemos olvidar ya que provocan no pocas veces disfunciones sexuales.
Por lo menos en una oportunidad se debe realizar una entrevista individual con cada miembro de la pareja, para revisar culpas, resentimientos, rencores o cualquier aspecto que pueda requerir de una entrevista a solas.    
Una vez revisados estos problemas, se corrigen los errores que tenga la pareja, por separado o juntos (dependiendo del problema) dándoles una información comprensible  de su anatomía, fisiología y fisiopatología. Es necesario entrenarlos en los fundamentos básicos de una sana función sexual.
FUNDAMENTOS  BÁSICOS  DE  UNA  SANA FUNCIÓN  SEXUAL
1)    Disponer de tiempo suficiente. La función sexual requiere un mínimo de tiempo para que las diferentes fases de la respuesta se desarrollen adecuadamente, individualmente y sincronicen entre la pareja.  Es incorrecto realizar la función sexual contra reloj. Una a dos horas son necesarias para que todas las fases se activen y desactiven cómodamente. Ocasionalmente una pareja podrá tener un coito de unos minutos, porque “le provocó” en ese momento, pero que no sea la norma.    (O`Connor, D. 1990)
2)    Entender el sexo como una diversión. El sexo no debe ser una obligación o un trabajo El sexo es para divertirse, es un juego, una distracción. … (O`Connor, D. 1990).              Hay dos tipos de pescadores, el pescador deportivo y el pescador de oficio. El pescador deportivo disfruta la pesca. Desde  unos días antes va preparando sus enseres, anzuelos, cuerdas, señuelos, etc. El día de la pesca está emocionado pensando en los peces que conseguirá. El barro, los zancudos, la lluvia son una delicia para él; cuando saca un pez lo disfruta plenamente y si no saca ninguno piensa que la próxima vez será. El pescador de oficio cuando tiene que salir de pesca se preocupa por los inconvenientes que puedan surgir, le molesta el barro, los zancudos y el mal tiempo. El siente que pescar es una obligación, un deber, una carga.    Si no pesca se angustia. Igual pasa con el sexo, unos lo toman como una diversión y otros como una obligación.
3)    Realizar la función sexual en un ambiente cómodo,  agradable, con temperatura adecuada, con intimidad, resguardado, con luz tenue e indirecta, sin malos olores, sin ruidos molestos. Si alguna vez la pareja le apetece una travesura y realiza un coito en el rio, por ejemplo, no tiene nada de malo, más bien sirve para cambiar la rutina, pero que esto no sea lo habitual.
4)    El sexo se debe disfrutar, “sentir y no pensar” (Master y Johnson, 1970Sentir con los “seis sentidos” incluyendo la fantasía. Debe ser “el imperio de los sentidos”. Disfrutar con la vista, con el oído, tacto, etc.
5)    Dar y recibir. Disfrutar dando y recibiendo sexo (Bianco).
6)    “Avanzar y retroceder” (Bianco) No comerse toda la comida de una sola vez, sino bocado a bocado, descansar y continuar.
7)    Acariciar todo el cuerpo, descubriendo nuevas zonas erógenas.
8)    Comunicación erótica. Es necesario comunicarle a la pareja como nos gusta, cuanto nos gusta, por donde y en donde nos gusta, con qué  frecuencia nos gusta y que nos gusta en el sexo. Es importante el dialogo erótico, que puede ser verbal o no verbal. Con suspiros, gemidos…
9)    Aprender a hacer los movimientos  y las posiciones. La pareja debe conocer las posiciones y los movimientos coitales que hemos descrito en el capitulo V (sexo en la pareja)

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